En Brazos del Pirata.
La
vida de Lucía Santiago cambió de forma traumática cuando su padre le informó
que había acordado su matrimonio con el poderoso gobernador de Cuba, y que por
lo tanto tenía que dejar el convento en el que había vivido hasta ahora y en el
que era feliz. Su situación no mejoró con el repentino abordaje que sufrió su
barco en aguas del Caribe. Pero aunque temía por su suerte a manos de aquel
poderoso y temible pirata, Lucía luchaba contra el desbordante deseo que él le
inspiraba, con aquellos ojos azules como el mar y aquel cuerpo flexible cuyos
músculos parecían sacados de la estatua de un dios griego. Por más que se
estuviera haciendo pasar por monja, las encendidas emociones que sentía entre
los fuertes brazos de Morgan eran cualquier cosa menos santas, y fueron
consumiendo la cólera que los separaba hasta que no tuvieron más remedio que
rendirse a sus sentimientos...
El Laird de Stonehaven.
Él aparecía
cada noche en sus sueños; magnífico, descaradamente desnudo. Un hombre cuyo
cuerpo era pura perfección, su rostro endurecido por el deseo, cuya voz dejaba
claro que la tendría a ella y no a otra. Blair McArthur era un Mujer bendecida
por las Hadas, y la sanación era su vida. Pero la leyenda predecía que perdería
sus poderes si le entregaba su corazón al hombre equivocado. Así que lo último
que quería era un matrimonio concertado. Especialmente con el laird de las
Highlands que obsesionaba sus horas nocturnas con imágenes demasiado tentadoras
para que ninguna mujer pudiera resistirse.
Mio
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