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jueves, 11 de octubre de 2012

Nicola Cornick - Mujeres Escandalosas


04 - La Mala Reputación.

La peligrosamente seductora, y pecaminosamente bella, Susanna Burney era la persona más buscada en los círculos de la alta sociedad londinense como rompe relaciones. Pagada por padres adinerados que querían separar a sus hijos de mujeres a las que no consideraban convenientes, jamás había fallado en su misión de distraer al futuro prometido. Hasta que su última misión la obligó a encontrarse cara a cara con el hombre que en el pasado le había impartido una íntima clase sobre corazones rotos. James Devlin tenía todo lo que siempre había querido: un título, una prometida rica y un lugar en la alta sociedad. Pero la mujer con la que acababa de cruzar la mirada en un abarrotado salón amenazaba con destruir todo lo que hasta entonces había conseguido. Y no porque Susanna hubiera reclamado su corazón en otro tiempo, o porque sus sinuosos movimientos le hubieran dejado sin respiración. Sino porque los secretos que guardaba podían costarle todo lo alcanzado. Para dejar el pasado definitivamente atrás, Dev tendría que enfrentarse a Susanna con sus mismas armas…



05 - Deseada.

De Teresa, marquesa viuda de Darent, se rumoreaba que había agotado a sus cuatro difuntos maridos con sus insaciables necesidades. No era de sorprender por ello que cada libertino de la alta sociedad deseara acostarse con ella. Si supieran… Por medio de inteligentes matrimonios con hombres que no le habían exigido intimidad física alguna, Tess había podido conservar una cierta inocencia en asuntos de cama. Pero ahora se encontraba a punto de perderlo todo y deseaba proteger a la hijastra con la que tanto se había encariñado. En ese delicado momento apareció el capitán Owen Purchase. El atractivo aventurero estadounidense había heredado el título de vizconde Rothbury. Y los rumores que corrían sobre sus heridas sufridas en el mar sugerían que bien podría satisfacer los requerimientos de Tess. Pero tardaría poco en descubrir que los chismosos andaban equivocados. Bien podría perder su corazón, y su control, a manos del más increíble de los hombres…
mio