Su sueño era convertirse en campeona en las carreras de caballo, y cuando trás una caida sufre una grave lesión que impide que vuelva a montar, queda destrozada. Tory Wells llegó al rancho Sundance con una maltrecha maleta, poco más que dos dolares y la carta de un amigo prometiéndole empleo. Tory necesitaba con desesperación ese trabajo y creía que el propietario del rancho era un verdadero ángel por ofrecerle esa oportunidad. Pero Ethan Reever distaba mucho de ser un ángel, y nada más conocerlo se prometió no pedirle nunca nada a ese hombre...
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