Equivocación Afortunada.
Diez años después de que se marchara de Inglaterra, Sam Jardine escribió a casa pidiendo una esposa, pero en vez de la belleza angelical que él esperaba, fue la ardiente Caitlin Parr la que llegó a las costas americanas.
Al final, una década de enamoramiento silencioso dio sus frutos. Caitlin sabía que no era la mujer que Sam quería, pero se juró que nunca se arrepentiría de hacerla su esposa, el fuego que ardía entre ellos probaba que el sitio de Caitlin estaba junto a él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario