Por un Puñado de Oro.
Julian Dare no sólo era guapísimo y rico: también era el
heredero de un condado. Así pues ¿qué necesitaba un hombre que lo tenía todo? La
inocente y hogareña Verity Ewing se había propuesto ofrecerle su corazón, el
regalo más preciado de todos.
mio
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